
Entrevista: Rodrigo Viveros
Rodrigo Viveros (Chile) es un gran apasionado de la montaña, la naturaleza y, sobre todo, de la fotografía de paisaje. A través de su cámara podrás conocer los lugares más increíbles de su país. Lugares que no estarás acostumbrado a ver con frecuencia, ya que este gran fotógrafo que nos acompaña hoy en Fotodidacta acostumbra a recorrer los sitios más remotos e inhóspitos, en momentos únicos, para capturar la belleza de aquellos paisajes por los que pasa.
Bienvenido a Fotodidacta, Rodrigo. En primer lugar, quiero expresarte de forma personal mi gran reconocimiento hacia tu trabajo, y me gustaría que nos contaras un poco acerca de tus inicios en la fotografía. ¿Surge a raíz de tu pasión por la montaña?
Primero que todo, muchas gracias a Fotodidacta por la invitación y reconocimiento. Me gustó mucho su página. Y sí, mis inicios parten por la pasión que mencionas y mis ganas de aventura. Cuando recorría aquellos lugares remotos llevaba mi cámara fotográfica y sentía que mis fotos no le hacían justicia a los paisajes que veía, así que me dediqué obsesivamente a ver trabajos de otros fotógrafos, leer libros, y con ello a inspirarme, estudiaba de manera intensiva y autodidacta. El boom de las redes sociales claramente ayudó en esta tarea. Sin ellas, no habría conocido a todos estos fotógrafos que hasta el día de hoy me siguen inspirando.

¿Cómo es vivir en Chile para un fotógrafo de paisaje? Siendo un país tan extenso, en el que ir de un extremo a otro es prácticamente recorrer media América del Sur, tiene que haber muchísimos contrastes en sus paisajes.
¡Qué buena pregunta! Es tal cual lo mencionas, en Chile tenemos de todo: desierto, bosque, playas, dunas, montañas y glaciares. Además de ser un país largo, ¡es muy angosto! Lo que significa que puedes estar en la costa y tres horas después ya puedes estar en la cordillera de los Andes. Es increíble. Y aún así hay mucho por descubrir, sobre todo en la Patagonia, ya que muchos lugares son de difícil acceso por lo cual pocos humanos han estado ahí, hay muy pocas fotos, son lugares muy vírgenes, así que las oportunidades para quienes hacemos foto de paisajes… ¡son infinitas!

Si tuvieras que recomendar tres de tus lugares favoritos de Chile para realizar un viaje fotográfico al país, ¿con cuáles te quedas?
Partiendo por el norte de Chile: San Pedro de Atacama y sus alrededores. Magnífico para fotografiar paisajes desérticos, hay muchos salares, volcanes y lagunas, y como es el desierto no polar más árido del mundo, lo hace un lugar perfecto para fotografía nocturna, por lo mismo concentra una cantidad impresionante de observatorios astronómicos. La erosión natural ha formado increíbles estructuras, que combinadas con la Vía Láctea logran paisajes que parecen sacados de otro planeta. Es como estar en Marte.
Luego recomendaría la región de la Araucanía, es un lugar que resuena mucho en nosotros los Chilenos, quizás por nuestras raíces con la cultura indígena Mapuche. Acá vas a encontrar un bosque hermoso, muy imponente, donde sobresalen las Araucarias, hay montones de cascadas, ríos, y volcanes. Es un paisaje con mucha historia. Estar ahí es bastante intenso, luego entiendes por qué los mapuches lo defienden tanto.
Finalmente, y cómo no, la Patagonia. Es un lugar con inmensas montañas, con mucha agua, estarás en un bosque muy denso, verás incontables ríos, lagos, glaciares, tanto que te vas a cansar de sacar a cada rato la cámara. Cada cinco minutos tienes una fotaza en frente tuyo, y quizás en otoño sea la mejor época.

Hablando de lugares… ¿Ha habido alguno que te haya fascinado profundamente? Un viaje que marcó un antes y un después, o ese lugar del que guardarás un recuerdo para siempre, por ejemplo.
Hay un lugar de la Patagonia que se llama la Laguna del Desierto, que se encuentra entre el límite de Chile-Argentina. Debes llegar al final de la Carretera Austral, tomar un ferry, cruzar el lago más profundo de América, cruzar la frontera caminando entre un bosque de nothofagus, y llegas a esta laguna donde se ve la cara norte del Fitz Roy. Luego llegando al otro lado de la laguna estás muy cerca de El Chaltén.
Es un viaje épico. Muy poco conocido, difícil pero no imposible. Para mí fue importante, quizás no fotográficamente hablando, pero sí de un gran crecimiento personal. Me di cuenta que esto era lo que quería hacer por toda la vida.

Dominas no sólo la fotografía de paisaje diurno, también has realizado fotografías increíbles durante la noche y como prueba de ello están las imágenes que capturaste en Yukon (Canadá). Cuéntanos cómo fue tu primera experiencia bajo las auroras boreales.
Una experiencia inolvidable. Para nada fácil, es un lugar muy frío, cuando llegamos estuvimos a -21°C acampando. Gran parte de la comida que llevé se me congeló. ¡Cargar la mochila era como llevar un refrigerador en la espalda!
Sin embargo, los lugares son realmente épicos, tienes estas montañas y lagunas congeladas, y ¡boom! en la noche lo juntas con auroras boreales y ya no necesitas nada más. Es el paisaje perfecto. Las auroras danzando sobre tu cabeza, moviéndose rápido y luego lento por lo que tienes que estar constantemente cambiando los parámetros de tu cámara: 1, 5, 10 segundos de exposición, cambiando ISO y hay ser muy rápido si haces focus stacking para no perder los reflejos de las auroras en el hielo. Imagina todo esto con las manos congeladas. También hay veces que esperas ahí por horas a que aparezca una aurora, y el frío empieza a recorrer el cuerpo. Son muchas sensaciones que al final quedan plasmadas en tu foto. Es maravilloso.

Los que hemos pasado muchos momentos a miles de metros de altura sabemos que las condiciones pueden cambiar rápidamente, al igual que por la noche, con el descenso de temperaturas, no es tan fácil permanecer en ese entorno. ¿Recuerdas alguna aventura extrema en las montañas en la que realmente hayas tenido complicaciones?
¡Sí! Principalmente por el llamado “síndrome del mal de altura”. Acá en Chile he estado en montañas durmiendo sobre los 4000 metros de altura, y por la falta de oxígeno he presentado problemas de este tipo, que es algo normal, pero con el tiempo lo he sabido sobrellevar y he aprendido a prepararme mejor.
Los síntomas son dolores de cabeza, náuseas e incluso vómitos. No es para nada agradable, pero después de hacer las fotos todo vale la pena. Con el frío, la única vez que tuve problemas fue en Yukon, no dormí casi nada, llevé un saco de dormir cuya temperatura de confort llegaba a los -21°C, así que estaba en el límite. El frío era demasiado, se escarchaba la carpa, los zapatos y hasta la misma superficie del saco de dormir. Solo pude dormir el último día de la expedición, que fue un día “caluroso”: -8°C.

Patagonia es posiblemente el lugar del mundo más deseado por todos los fotógrafos de paisaje. Este mismo año una de tus fotos allí entró en el Top del prestigioso International Landscape Photographer of the Year. ¿Qué sentiste al obtener ese reconocimiento entre miles de fotógrafos que optan por estar entre lo más alto?
¡Un honor! Sobre todo por compartir el reconocimiento junto a varios de los fotógrafos de paisajes que han sido una inspiración para mi desde hace años, desde que empecé en esto. Lo recibí con mucha humildad, ya que cuando ves esos grandes nombres, sientes que te falta demasiado. Por otro lado, es una linda manera de validar que lo que he estado haciendo por tanto tiempo va por buen camino, es muy reconfortante.
Continuando con la Patagonia y de lo increíble que son sus paisajes, ¿es tan sencillo ir allí y hacer buenas fotos? Quizás mucha gente no sabe de su clima extremo, de las largas caminatas para llegar a algunas ubicaciones, y en general de cómo es realmente una experiencia fotográfica en la zona.
Allí tienes de todo. Puedes estar en lugares increíbles junto al vehículo y hacer fotos épicas. Es el caso de Torres del Paine: muchos de los mejores miradores están al lado del camino. Incluso la mejor vista a los Cuernos del Paine está a 5 minutos del hotel. Y claro, siempre debes estar preparado para los diferentes climas. Sobre todo por el viento, no es para nada raro encontrarse con ráfagas de viento de 100km/h, son muy peligrosas, te llegan a levantar del piso, y podrían destruir fácilmente tu equipo de montaña. Imagina que si a esto le agregas una lluvia, puede llegar a convertirse en una mala experiencia. Por eso siempre hay que estar informado del clima y muy bien equipado.
En general los accesos no son tan fáciles si estás fuera de un Parque Nacional, por lo que siempre es mejor ir acompañado de un buen guía o de alguien que conozca bien la zona. Por otro lado, para una experiencia fotográfica, lo difícil es cargar todo el peso por el equipo fotográfico, más el de montaña, ya que el clima es muy cambiante. Debes tener mucha paciencia y días de holgura, podrías encontrarte con una ventana de mal tiempo, por eso el dicho en la Patagonia: “Quien se apura, pierde el tiempo”.

Un aventurero como tú debe de calcular bien el equipo que carga a sus espaldas. Cada kilogramo se nota mucho en la montaña. ¿Qué equipo fotográfico utilizas para trabajar? ¿Qué pesa más en tu mochila cuando realizas una aventura, el material para hacer fotos o el de “supervivencia”?
Si voy a hacer largas caminatas, llevo lo necesario. Hoy ocupo una Sony a7r3, y tres lentes: Sony 12-24mm F2.8, Sony 24-70mm F2.8 (a veces no lo llevo) y el Sony 100-400mm. Los monto en un ICU de F-Stop adentro de la mochila de montaña, y además uso un trípode ligero de fibra de carbono. Llevo siempre una bolsa de agua que puedo recargar fácilmente en el camino. Tengo una carpa liviana MSR que usa muy poco espacio y un saco de plumas liviano. Con los años he ido reduciendo el peso de todo mi equipo de montaña, cada gramo en la espalda se siente más con cada kilómetro que pasa.
Creo que siempre pesa más el equipo fotográfico junto a la comida, ¡no me gusta pasar hambre! Considero que es lo más importante, cargo comida para 1 día extra en caso de emergencia y trato de llevar alimentos sabrosos para hacer la experiencia aún más fabulosa, ya que te levanta la moral y el ánimo cuando tus piernas no dan más. Es fundamental.

Rodrigo, muchas gracias por habernos concedido esta entrevista. Para finalizar, me gustaría que nos recomiendes a algún fotógrafo/a que te inspire y que posiblemente no conozca la comunidad de Fotodidacta.
Me gustaría recomendarles a Benjamin Briones, también de Chile. Fotógrafo de paisajes con un estilo muy minimalista, les aseguro va a gustar su trabajo. Agradezco nuevamente la invitación, un honor hayan pensado en mi. ¡Un abrazo!
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Abián San Gil
Autor