
Entrevista a David Rocaberti
David Rocaberti (Madrid) ha recorrido muchísimos lugares del planeta, cámara en mano, para capturar la belleza de sus paisajes. Desde su ciudad natal ha viajado hasta países asiáticos como Indonesia o Vietnam, pasando por los fríos países nórdicos para disfrutar de la aurora boreal y por supuesto ha disfrutado del espectacular cielo de las Islas Canarias, bajo el cual tuve el placer de conocerlo.
Bienvenido a Fotodidacta, David. Me gustaría comenzar preguntándote cuál ha sido el destino que más te ha sorprendido. Aquel lugar que, desde el día en el que lo conociste, siempre tienes ganas de regresar para seguir haciendo fotos.
Antes de nada, es un placer que hayáis pensado en mi para esta iniciativa. Respondiendo a la pregunta, diré que más que un lugar específico al que me guste regresar una y otra vez, son dos condiciones de luz las que me gusta fotografiar: la aurora boreal y un cielo estrellado sin contaminación lumínica.

Eres un experimentado viajero, de eso no cabe duda. ¿Cuáles crees que son los mejores consejos que puede recibir alguien que está planeando realizar su primer viaje fotográfico pero aún no ha dado el paso?
Lo primero que me viene a la mente es aprovechar bien el tiempo. Hacer un viaje fotográfico implica trabajar, aunque sea algo que te apasione hacer, y trabajar no se lleva bien con ir de vacaciones. En otras palabras: hacer fotos de verdad no es compatible con cosas tan importantes para mucha gente como tener horarios para las comidas o para dormir, o directamente con irse de juerga.
Viajar solo suele ser la mejor manera para estar totalmente centrado en el trabajo y siempre tiene su recompensa en las fotos que eres capaz de realizar cuando estás totalmente centrado en ello.

Para tus viajes, ¿cómo gestionas el equipaje? ¿Eres de los que viajan con todo o vas con lo justo? Algunos (entre los que me incluyo) a veces no sabemos donde meter todo el equipo fotográfico, ropa de calle, ropa de montaña, portátil, discos…
El volumen de mi equipaje depende mucho del destino donde vaya. Lo que hago siempre es facturar una maleta grande para poder llevar un trípode de calidad dentro y llevo todo mi material en a cabina en una mochila en la que no suele caber un alfiler. Cuando llego a destino, lo distribuyo en dos mochilas y siempre llevo una de ellas conmigo con lo imprescindible en ese preciso momento, que suele ser un cuerpo, un zoom y un par de fijos, para evitar dolores de espalda innecesarios.

Una vez en el destino, ¿qué es lo mejor para ti en cuanto al alojamiento? ¿Eres de comodidad, relax y hacer fotos con calma o te gusta más ir a la aventura y dormir más bien poco? Un hotel bueno llama mucho la atención, pero cada vez vemos más viajeros que prefieren una furgo y dormir bajo las estrellas.
Nuevamente, depende del destino. Hay veces que me contratan para hacer fotos de determinadas zonas de un país y me llevan a los mejores hoteles y éstos, forman una parte importante del trabajo. Si voy yo por mi cuenta, busco cercanía al destino en cuestión y la máxima flexibilidad de horarios. Normalmente una cabaña aislada funciona bastante bien porque puedo tener todas mis cosas allí, así como algo para comer, porque nunca sabes a qué hora vas a tener tiempo para ello.

Hablando de destinos concretos, me gustaría preguntarte por varios y comenzando por los países nórdicos especialmente. ¿Qué sentiste al ver y fotografiar la aurora boreal? Para disfrutar de este espectáculo, ¿prefieres Islandia o Noruega?
Ver una aurora boreal es una sensación impresionante. Para mí es el mayor espectáculo del mundo; es algo mágico que todo el mundo debería ver al menos una vez en la vida. Hasta este momento, la he podido ver en Noruega y en Suecia y todos los lugares eran increíbles. Tengo pendiente un viaje a Islandia en invierno; he tenido que modificar mis planes dos veces en el último mes porque la compañía aérea se empeña en cancelar mis vuelos de vuelta. A ver si consigo ir…

Asia. Cambio cultural tremendo me puedo imaginar. ¿Qué es lo que más te gustó de los distintos países que has visitado en el continente? Tendrás muchas anécdotas (he leído en tu Instagram acerca de los monjes camboyanos y su “vicio” a Facebook), ¿puedes contar algunas curiosidades?
Lo que más me gusta de Asia es el interactuar con la gente. Son muy auténticos y les encanta que les hagas fotos (ahí encajamos bien). En Camboya descubrí la pasión que tienen los monjes budistas por Facebook, en Japón se me quedó el billete de metro atascado en una máquina expendedora y de repente se abrió y un señor me lo dio desde dentro de la misma máquina, en Indonesia me tocó masticar una raíz que me dio un rey de una tribu y se me subió tanto a la cabeza que no pude evitar partirme de risa una buena media hora…
Me han pasado mil cosas, pero probablemente la más curiosa me ocurrió en Luoyan, China, una ciudad que había sido la antigua capital y que tenía un millón de habitantes en 2005. A lo que me refiero es que en definitiva no se trataba de una aldea perdida del mundo. El caso es que fui a un parque a hacer unas fotos a unas señoras haciendo Tai Chí al atardecer y de repente me vi rodeado literalmente por cientos de personas. Al principio fue muy agobiante, porque yo no tenía ni idea de cuáles eran sus intenciones y me puse a gritar a la multitud “Anyone speaks English here?”
De repente salió una madre agarrando a su hija del brazo porque ésta había estudiado algo de inglés. Me explicó que sólo habían visto “gente como yo” (se refería a que era occidental) en el cine y que querían conocerme. Después de hacerme fotos con muchísimas personas que hicieron cola para ello, le pregunté por algún sitio para cenar y una multitud me escoltó hasta un restaurante. Cuando salí de cenar (increíblemente bien, por cierto), ya no había nadie fuera.

Bajo el cielo de las Islas Canarias nos conocimos y de hecho ni siquiera llegamos a vernos durante el día. ¿Qué te pareció el cielo de La Palma? ¿Tus lugares favoritos en las islas si tuvieras que hacer una recomendación a otros fotógrafos?
El cielo de La Palma es increíble, sólo había visto algo parecido en medio del Sahara o en el Masai Mara. En estos dos últimos lugares no hay ninguna población cercana en cientos de kilómetros, lo que pone mucho más en valor la calidad de los cielos de La Palma.
A falta de conocer La Gomera y El Hierro, me quedo con La Caldera de Taburiente en La Palma, con El Teide en Tenerife, Timanfaya en Lanzarote, las dunas de Corralejo en Fuerteventura y el pico de las Nieves en Gran Canaria. Se nota que me gustan los volcanes y las islas afortunadas en particular.
Y como último destino me gustaría preguntarte por Madrid, tu ciudad natal y una ciudad como sabemos con muchísimo potencial fotográfico. De las miles de fotos que has capturado ahí, ¿cuál de ellas es la que más te ha gustado? No me refiero necesariamente a la que luzca más espectacular, sino la que te hace sentir más orgulloso.
Estuve esperando más de diez años para hacer una foto del Palacio de Cristal y al final lo conseguí gracias a la famosa “Filomena”. La sorpresa fue que todas las veces anteriores en las que había nevado y lo intenté, era yo el único haciendo fotos y en esta ocasión me encontré con una legión de trípodes. Está claro que las redes sociales han supuesto una revolución en el mundo de la fotografía y que cada día hay más gente con ganas de salir a retratar el mundo.

¿Cuáles son tus próximos destinos? Me imagino que este parón que hemos tenido a nivel global habrá trastocado muchos planes pero, ¿tienes en mente o ya confirmados futuros proyectos?
Pues la verdad es que esta pandemia ha dado al traste con muchos proyectos que tenía. No poder ir a las Islas Galápagos y no poder hacer un reportaje que tenía encargado sobre la II Guerra Mundial en la Laponia noruega me ha dolido especialmente. En este momento estoy trabajando en un libro que se va a llamar “Ártico” y estoy barajando la posibilidad de viajar a Islandia y a Suecia, pero pese a contar con todos los permisos para viajar, francamente en estos momentos no tengo ni idea de si voy a poder ir.
David, muchísimas gracias por habernos dedicado unos minutos y por compartir con los miembros de Fotodidacta tus experiencias. Como última pregunta siempre pedimos alguna recomendación. ¿Quién te inspira? ¿Algún fotógrafo/a que nos recomiendes y que, posiblemente, no conozcamos en la comunidad de Fotodidacta?
Aparte de los clásicos como Henri Cartier Bresson, Doisneau o Elliot Erwitt, mi fotógrafo favorito es Gregory Crewdson. Su trabajo es simplemente sublime. En España mucha gente no lo conoce y se sorprenden mucho de que mi fuente de inspiración sea un fotógrafo con un trabajo tan diferente al mío. Realmente lo que me atrae de su obra es precisamente eso, la visión única que tiene, dicho sea de paso, totalmente diferente de la mía.
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Abián San Gil
Autor